
Voy a poner lirios
en el hielo donde reposas.
Voy a enhebrar mis cabellos
como hilos de sonido
en la trama de tus obras,
en la tinta de tus notas.
Voy a hurgar en tus papeles
con astucia de ladrona;
si me apropio de tus cosas...
¿me perdonas?
Voy a beber el néctar
que destila de tu pluma.
Voy a fantasear
que me escoges entre todas
y te ciñes a mi cuerpo
ignorando tu tormento.
Voy a darte con mis curvas
el motivo para un vals,
y en mis cartas de Tatiana
muy osadas confesiones:
"que me tomas por el talle,
que me llevas entre brumas,
que susurras en mi oído,
que me invades los sentidos,
que me invitas...
que te sigo...
Y en profundos desvaríos,
con torpeza de doncella,
en tu gélido retiro
soy tu último sonido..."
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